lunes, 3 de agosto de 2009
Alex Katz
Alex Katz se ha ganado mi respeto fundamentalmente por una razón: tiene un estilo propio. Nacido en NYC en 1927, le toca vivir la adolescencia en plena posguerra por lo que se alimenta, junto con todos los artistas de su lugar y tiempo, de una abstracción permanente. La realidad no les gusta, y deja de interesarles, prefieren inventarse su mundo propio.
Pero, a diferencia de otros, Katz remonta esta etapa. Incluso en los primeros momentos, el pintor no deja de ser un figurativo. Utiliza la realidad que le rodea, aunque desnaturaliza los personajes y renuncia a los “decorados” recurriendo a los famosos fondos neutros que tanto le gustaban (quizá influenciado por Rothko). Famoso por sus “cut outs” o por ser un precursor del pop art, resulta que a mi me gustan sus paisajes en los que sí incorpora sentimiento e, incluso, un punto de arte oriental.
Da la sensación de que si este artista hubiera nacido en otro momento o en otro lugar, su obra no habría sido radicalmente diferente. Y es un valor. ¿Nosotros seguiríamos siendo nosotros en otro lugar o en otro tiempo?
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