Película redonda la que ha estrenado Daniel Monzón. Me ha devuelto la esperanza sobre las posibilidades del cine español. A ver si alguien recoge el testigo…
Al margen de lo artístico, el argumento de la película parece premonitorio… la celda 211 bien pudiera ser el “Alakrana” que, secuestrado, se convierte en cárcel improvisada.
Casualidad que el comportamiento del “sistema” en la película se parece como un calco al que está teniendo nuestro gobierno, negociando en público con secuestradores, utilizando la diplomacia para saltarse la ley a su antojo, fruto de la permanente improvisación y precipitación de un Ejecutivo de segunda división.
Queda magistralmente explicado – denunciado- en la película como un gobierno no puede hacer de su capa un sayo, manejando las normas a su libre albedrío. Y queda también patente cómo los valores pueden aparecer con toda su fuerza en cualquier circunstancia incluso en los mundos mas denostados.
Enhorabuena a Monzón y papelón de Luis Tosar. Marta Etura, guapísima, mi debilidad.
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