viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad





“Mi abuelo siempre quiso vivir en la calle Felipe IV”, o, al menos, eso me quedó en la memoria grabado desde niño. A esa edad uno recibe mensajes o frases directas que luego quedan marcadas e imborrables para siempre en nuestro interior. Algunas, generalmente, suelen tener importancia o cierto sentido al menos; pero otras, son simplemente una frase rebotada que invadió para siempre nuestro interior sin ningún motivo.

Una de mis preocupaciones como padre es ser capaz de imbuir “verdades” en el disco duro de mis hijos. Por eso, de cuando en cuando, les lanzo un misil tierra-tierra con la esperanza de que alcance el objetivo y quede ahí, para siempre, por si algún día les hace falta.

Por cierto, muy cerca de Felipe IV, en la calle Méndez Núñez, un osado cristiano ha desplegado en el chaflán de la planta baja una colgadura con la imagen de la Sagrada Familia deseando una feliz Navidad a todo aquel que lo lea. La primera vez que lo ví fue a mediados de mes, y recuerdo que pensé que no dudaría una semana. Ayer todavía estaba allí.

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