jueves, 29 de octubre de 2009

El hombre que plantaba árboles



Una de mis manías confesables es que con frecuencia siento el impulso de comprar un libro por una razón peregrina: un título llamativo, una portada desafiante, un formato novedoso...

En esta ocasión no he podido resistirme a llevarme una obra breve de Jean Giono. Se titula "el hombre que plantaba árboles"... no sé que extraña razón me ha llevado a comprarlo, pero he disfrutado mucho con su lectura.

Lo prologa Saramago, a quien admiro parcialmente y cierra el libro Joaquín Araujo en un epílogo simpático en el que nos dice con buen criterio que esta obra no es sólo "delicia literaria, sino pedagogía activa". Y es cierto... ya no sé si lo leí o no en el libro, pero éste y yo coincidimos en que el hmobre, en la medida en que hace cosas, se acerca a Dios.

Editada por Duomo dentro de la colección Nefelibata ("persona soñadora, que anda por las nubes"), nos brinda un relato de ficción impecable en forma y en fondo... esta vez tuve suerte en la compra compulsiva.

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