viernes, 3 de julio de 2009

Ramón Gómez de la Serna

Google es una compañía que me cae muy bien, entre otras cosas por su dinamismo. Con frecuencia gustan de personalizar su logo para conmemorar cualquier acontecimiento. Hoy le ha tocado el turno a Ramón Gómez de la Serna, con motivo de su cumpleaños. Pues muy bien por Google, que sigan así.

Todo el mundo conoce a Gómez de la Serna por sus “greguerías” y por su personalidad. Creo que habría disfrutado una barbaridad como bloggero. De hecho, tanto sus greguerías como sus caprichos se ajustan estupendamente al formato “on line”. Y la inmediatez del medio le habría entusiasmado, estoy seguro, pues habría multiplicado exponencialmente su capacidad de influir, una de sus pasiones..

Traigo hoy precisamente un capricho de Ramón, el de la “verdadera falsa muerte de Calígula” que dice así:

“Calígula quizá no murió así, pero debió morir así.
El bárbaro tetrarca –por ser tres veces brutal- ordenó que los que saliesen aquella noche con investidura roja fuesen muertos por sus centuriones.
El Implacable tenía aquella noche una cita proterva, y en la ofuscación de la prisa el muy idiota se olvidó de su propia orden y se embozó en la túnica roja, siendo muerto por su propia guardia al salir del palacio”.

Más abajo, figura el famoso cuadro de Gutiérrez Solana que inmortalizó las tertulias del café Pombo, iniciadas por Gómez de la Serna. Aunque murió en Buenos Aires, está enterrado en Madrid, al lado de Larra. Vaya tertulias diarias que estarán teniendo en la Sacramental de San Justo.







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