miércoles, 10 de junio de 2009

Faro




Es habitual que uno añore lo contrario de lo que tiene o aquello que, incluso por decisión propia, ya no puede tener. El que viaja mucho, mientras lo hace, desea estarse quieto, y el que está quieto, desearía viajar de manera constante. Así con miles de casos concretos… va en la naturaleza del hombre.

Quizá por esa misma razón siempre me han deslumbrado los faros, y me han llamado la atención, con envidia, profesiones pacíficas y solitarias como la de bibliotecario, eremita o farero. Sobre todo esta última. Tengo una estupenda colección de faros y libros con espectaculares fotografías de los lugares mas curiosos y remotos del mundo.

El faro, con su farero, siempre está ahí, y sirve de referencia a todos los que lo necesiten indicándoles el camino correcto y advirtiéndoles de los peligros.

En ésta ya no, pero en la próxima vida me pido farero, al menos durante un tiempo, para poder vivir dentro de un faro.

2 comentarios:

  1. Ralph...A tu edad ya deberías saber que para ser "farero" no hace falta tener faro...El farero no es el que mora en un faro, sino el que vive y comunica lo que vive, que marca su posición, que te invita a seguir sus ideas, que no obliga, que suma, que siempre sabes dónde está, y que siempre va a tener un rayo de luz si le preguntas. Tu blog es un gran faro, y tú, en esta vida, ya te has doctorado como farero.

    Un abrazo,

    John

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  2. Esta vez te has "pasao" John... si querías una cerveza, bastaba con pedirla. Ya sólo falta qua Mariano se pase por aquí pidiendo su plato de "callos Castelanos". Vaya dos...en todo caso, mil gracias.

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