jueves, 18 de junio de 2009
Martin Cooper
Me entero casi de manera inmediata de la reciente concesión del premio Príncipe de Asturias de investigación científica y técnica a Martin Cooper y Raymond Samuel Tomlinson. Todos los medios se han hecho ya eco de la noticia e ilustran numerosos artículos con esbozos y detalles de las biografías de ambos personajes.
No me voy a repetir por tanto, pero sí quiero hablar de Cooper porque es un personaje al que sigo desde hace tiempo, sobre todo desde que fundó Arraycom, ideó las bondades de las antenas inteligentes (adaptive array antenna) que supusieron la aparición de la tecnología denominada “iburst” que, a buen seguro, se convertirá en la mejor alternativa a las redes de banda ancha móviles de operador (HSPA y LTE).
Casualidades de la vida, en estos días ambos teníamos que estar en Yakarta (Indonesia) en el 7th iBurst forum organizado por Kyocera. Por diferentes razones, al publicarse su premio, el está en California y yo a punto de casar un hermano en Madrid.
En todo caso, le hago llegar desde aquí mi pública admiración y mi felicitación, recordando la maquiavélica pero maravillosa idea de realizar la primera llamada desde un móvil precisamente a su mayor competidor allá por el mes de septiembre del año 1973 en Nueva York.
Como todo hombre de valía, su éxito está basado en la constancia y en el esfuerzo, pues tardó más de diez años en hacer comercializable su invento. Hoy, muchos años después, sigue al pie del cañón compartiendo y aportando valor a todo aquel que esté dispuesto a escucharlo.
Enhorabuena Dr. Cooper.
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